Entrevista con Salinas Tires

Francisco Salinas es dueño de tres llanteras, parte de la exitosa cadena Salinas Tires que lleva años creciendo sin parar, pese al notorio golpe de la crisis.

Dice que le resulta imposible quedarse quieto media hora. Viéndole una mañana cualquiera en su negocio está claro que conseguirlo es misión imposible. Y eso que es el dueño de esa tienda y otras dos de la famosa cadena Salinas Tires, propiedad de la familia desde hace más de una década. Pero Francisco, uno de los cuatro hermanos del clan, no para. Atiende el teléfono a toda velocidad para unos segundos después montarse en un carro al que le van a cambiar las ruedas.

Después sale a la carrera hacia su otra tienda en la Whittier Boulevard, donde también hacen frenos, suspensión y venden rines para todos los gustos y presupuestos. “Mi vida es un poco estresante”, reconoce Salinas, un inmigrante de Guanajuato que llegó a Estados Unidos en 1986 escapando de la mala situación económica que atravesaba su México natal en esa época.

En Los Angeles se embarcó en la aventura de estudiar y trabajar al mismo tiempo. “Quería ser profesional de lo que hago”. Así que estudiaba por las mañanas y cambiaba llantas por la tarde en un negocio de un estadounidense, que no sólo le empleaba sino que le ayudó a costearse los estudios. “Era muy buen trabajador. Nunca fallaba”, explica Salinas, que se graduó en dos años y medio de suspensión y frenos, mientras estudiaba leyes para ser abogado. “Pero era muy caro estudiar y acabé dejando lo de ser abogado”.

Sus años como empleado le sirvieron para ahorrar dinero y para comprar herramientas en pos de su sueño: ser dueño de su propia llantera. Eso llegó en el 91. “Por aquel entonces ya tenía todo mi equipo y renté un localcito para hacer frenos y suspensión. Eso fue lo que hice hasta el 96, ya con tres empleados en Norwalk”.

Hasta que se cansó de hacer sólo frenos y suspensión y amplió el negocio. “Me metí a a accesorios y rines, a pesar de que lo otro me iba muy bien. Estaba todo para arriba, desde el 92 hasta el 94 fueron años muy buenos”, cuenta Salinas.

En plena onda expansiva Francisco fue comprando otros locales para completar el trío de tiendas que ahora posee, con la ambición de tener una más que haga “bodyshop”, hojalatería y pintura.

Pero no esconde que la economía “está terrible” y que sus ventas han bajado de forma dramática desde que empezó la recesión a nivel mundial. “Creo que he pasado de vender 300,000 dólares en un mes a unos 100,000, una diferencia enorme”, asegura el empresario.

Cuenta cómo la cuenta del banco fue mermándose con el paso del tiempo, lo que le obligó a despedir empleados, nueve para ser exactos, a lo largo de los meses. “Eso fue lo más doloroso porque ellos también tienen que comer”, explica.

Lo achaca al hecho de que la gente no tiene dinero y el que tiene lo destina a cosas básicas, como llantas y frenos y lo más barato posible. “Ahora se venden muchas llantas usadas. Calculo que eso ha crecido un 80 por ciento en los últimos meses”.

Así está el panorama que en opinión de Salinas no cambiará hasta el segundo cuarto del año que viene después de una “leve mejoría” en los últimos meses de 2009. “Pero no puedes aflojar. Hay que seguir adelante. Yo espero poder recuperar a todos mis empleados. Está todo planeado para volver a subir”, dice Salinas con optimismo.

Mientras eso pasa se dedica a sus caballos y a estar con sus hijos. “Tengo montones”, dice con una sonrisa. Cinco en total, algunos de ellos ya en la universidad. “Creo que sé mantener un balance entre el trabajo y mi vida personal. Le dedico tiempo a los niños y a mí mismo”.

Dice que le gusta ver fútbol. De hecho pasó un mes entre Holanda y Alemania por el Mundial del 2006, donde México cayó eliminado en octavos ante Argentina. Además consume todo tipo de deportes por televisión y una vez al mes se da un escapadita a México, a ver a su padre en su rancho de Guanajuato, donde él empezó cuidando ganado y trabajando las tierras de la familia.

A largo plazo quiere seguir invirtiendo todo el dinero que le cae en las manos. “Me gustaría tener 15 casas para rentar. Ya las tengo vistas”. Pero mientras eso llega sigue como loco, atendiendo un teléfono que en su tienda nunca para de sonar.

Salinas Tires and Wheels está ubicado en: 10821 Whittier Blvd., Whittier, CA 90606.
Teléfono: 562-692-0091.

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