Washington anuncia una demora antes del golpe financiero que supondrá el nuevo plan sanitario nacional
Para muchos negocios ya es una peripecia importante el proveer con un seguro de médico de calidad a sus empleados teniendo en cuenta los tiempos que corren. Ahora que se acerca Obamacare, un programa diseñado para que todo el mundo tenga acceso a cobertura sanitaria, el golpe puede ser mortal para muchas de esas empresas, con subidas en los costes de más del 100 por cien.
Quizá por eso, desde el gobierno en Washington han optado por dar un año de plazo a empresas de mediano y gran tamaño para absorber esos costes y afrontar el golpe económico de forma gradual. De acuerdo a un blog del Departamento del Tesoro, aquellas corporaciones con 50 o más empleados podrán esperar hasta el 2015 para ofrecer cobertura a todos sus trabajadores de acuerdo a lo que marca Obamacare, sin excepción, sin afrontar la multa de 2.000 por empleados que comenzará en 2014 para el resto.
Todo el debate sobre el estado de la sanidad estadounidense, con millones de personas sin cobertura médica alguna y sin poder acceder a un seguro si tienen cualquier tipo de condición previa, ha disparado los precios en los últimos años entre las compañías que proveen ese servicio.
Nombres como Aetna, Blue Cross o Kaiser Permanente han ido incrementando sus precios de forma exponencial, hasta en un 25 por ciento anual durante los últimos tres ejercicios, lo que ha provocado que muchas empresas eliminen esos beneficios de sus ofertas laborales.
Con el plan del presidente Barack Obama, todo americano tendrá la obligación de tener un seguro médico, incluyendo a pacientes con enfermedades como cáncer, diabetes o parkinson, patologías que descalificaban a una persona de forma automática por el enorme coste que suponía para los seguros de antemano.
El cataclismo económico que puede suponer para todos ha llevado al gobierno de Obama a reaccionar. Nadie duda, sin embargo, que el proceso será traumático para muchas compañías en un intento por establecer una carga justa entre todos los contribuyentes.