Luis Martinez es el fundador de Martinez Signs, una empresa de anuncios luminosos que ya ha trabajado con corporaciones como Starbucks y McDonald’s
Pese a los años que le contemplan como empresario, Luis Martínez hace un poco de todo. La prueba es que a las 10 de la mañana anda subido a su ‘troca’ preparándose para un envío a uno de sus clientes, dedicado a un negocio particular que no se ve todos los días, el de los letreros y los anuncios luminosos, esos que se ven todos los días en tiendas, locales y comercios y que llaman la atención en los Starbucks y McDonald’s del planeta.
Precisamente con esos dos gigantes ha trabajado durante años Martínez, fundador de Martinez Signs, una empresa con sede en Long Beach que lleva operando desde 2003 y que atiende desde pequeñas empresas hasta las más grandes como la Shell o centros comerciales como the Grove, en Los Angeles.
Su lema es poderoso: «Nada es demasiado difícil para Martinez Signs INC», una empresa que pasó por muchos problemas en 2008 durante la crisis financiera, pero que ahora está en plena fase de crecimiento, con ganas de ir más allá del millón de dólares que facturaron el año pasado.
Durante los primeros seis años se dedicaron exclusivamente a la instalación hasta que empezó a comprar material para poder fabricar sus propios anuncios en tiendas y edificios. «Tras cinco años, los mismos clientes me empujaron a fabricar y yo no quería por el dolor de cabeza de la inversión».
Martínez le daba la fabricación a otra persona, «pero es muy difícil cuando tú no tienes el control, y los proveedores me ponían excusas». Ahora ya tienen parte del equipo como para hacer cualquier tipo de pedido, además de mudarse a un local más grande.
Entre sus proyectos, están las instalaciones de pantallas electrónicas de la terminal internacional Tom Bradley del aeropuerto de Los Angeles, una gran instalación de 80 pies de alto. «Después de eso decidimos comprar el equipo para fabricar», explica.
Martínez cuenta con la ayuda de 12 empleados, entre los que están dos de sus hermanos que desde hace años colaboran con él. En cuanto al futuro, apunta hacia grandes cosas pero sin volverse un gigante que no pueda controlar, para seguir siendo feliz como empresario.