Angel Lagunes pasó de trabajar en computación a ser dueño de tres autobuses para fiestas, un negocio que ha hecho crecer en muy poco tiempo
Quedarse sin trabajo le dio a Angel Lagunes la oportunidad de ver otras opciones. Después de alrededor de 8 años laborando con la empresa de aviación Boeing, este ingeniero en sistemas de computación graduado de Cal Poly Pomona puso sus ojos en otro tipo de negocio, el de las limusinas para fiestas. Y al parecer le ha ido muy bien, porque en poco menos de dos años ya tiene dos unidades y otra que está por recibir próximamente.
Todo empezó cuando un amigo de la infancia le vendió el negocio, que incluía un camión limusina y que en el ambiente se le conoce como “party bus”, por 25 mil dólares –en cómodos pagos–. Desde entonces Angel se ha dedicado en cuerpo y alma a su nueva aventura como dueño de un negocio sobre ruedas.
“Mi familia siempre ha tenido negocios, por lo que yo siempre había tenido esa semillita”, comentó Lagunes, quien explicó que cuando su amigo le propuso quedarse con su camión, se dio cuenta de que tenía potencial, además de aceptar que le encanta la vida nocturna, la música y el trato con la gente.
Angel ha sabido aprovechar todo lo que sabe sobre computación para beneficio de su negocio. “Siempre he sido un ‘nerd’ y gracias a lo que sé, todos los contratos, los presupuestos, la página web y todo lo que se trate de electrónica lo hago yo”, agregó.
El empresario sabe que en este negocio hay mucha competencia, pero asegura que lo que le ayuda es ser siempre honesto. “Una de las cosas que he encontrado en esta industria es que hay mucha mentira, porque a veces la gente contrata un bus y le mandan otra cosa; en otras ocasiones no saben tratar a las personas o trabajan sin los permisos correspondientes cobrando tarifas ridículas”, explicó Angel. “Algo que he aprendido de trabajar con compañías grandes es la responsabilidad y cómo tratar a la gente. Muchos por eso no siguen adelante, porque no saben dar buen servicio al cliente, eso es lo que me ha dado éxito en tan poco tiempo”, indicó Lagunes.
Con tarifas que promedian los 600 dólares por corrida, Angel señala que ofrece unos 6 servicios por semana y que han llegado a trabajar en ciudades como Irvine, Bakersfield y Santa Barbara – su base está en Bellflower –, nada mal para alguien que no maneja sus unidades, sino que contrata a choferes para que él pueda dedicarse a promocionar y a mejorar el negocio. Después de pagar por el mantenimiento, los seguros, los conductores, la publicidad y lo que todavía debe de los camiones especialmente acondicionados, Lagunes piensa que para el año que viene ya estarán pagadas las tres unidades.
Lagunes no se detiene en el negocio de las fiestas. También utiliza sus unidades para promocionar viajes a Las Vegas y otras ciudades con casinos. Además, dijo que en un futuro cercano quiere incursionar en el negocio del transporte de pasajeros desde el aeropuerto a los grandes hoteles, eso es tener la visión de un empresario exitoso que sabe que su negocio va sobre ruedas.
LivitUp Limo
(562) 291-6155
www.livituppartybus.com