Aunque la economía está en proceso de reactivación, el mal momento que atraviesa la comunidad hispana se dejó notar en los envíos de dinero.
Así, las remesas a México mandadas por los mexicanos que viven en el exterior se situaron en enero en 1,320 millones de dólares, lo que supuso una caída del 15,7 por ciento con relación al mismo periodo del año anterior, según informó ayer el Banco de México.
En el primer mes del año las remesas a México cayeron también con respecto al mes de diciembre de 2009, cuando alcanzaron los 1.568 millones de dólares.
Según las estadísticas del Banco de México, esta reducción es la décimo quinta caída consecutiva de las remesas y la mayor registrada desde el pasado octubre.
En ese mes las remesas se desplomaron un 35,8 por ciento, lo que representó la mayor caída desde 1996, cuando el Banco de México comenzó a llevar registro mensual de los ingresos por remesas.
Analistas del BBVA-Bancomer han señalado en recientes informes que esta caída de remesas a México se explica por el desempleo que padecen los mexicanos en Estados Unidos ya que se calcula que 13 de cada 100 emigrantes mexicanos carecen de trabajo.