Incentivará con dinero las compras de clientes en comercios de pequeño y mediana tamaño.
Así surgirá este año el «Black Saturday», una denominación para el sábado posterior al llamado viernes negro y que estará este año dedicado a los pequeños comercios, justo antes del ciberlunes, conocido por las compras que se realizan por internet.
«El principal problema que tienen los pequeños negocios es que no tienen suficientes personas entrando por su puerta», dijo en un comunicado Rosa Sabater, vicepresidenta de American Express. «Es algo con lo que podemos ayudar».
Por eso ciudades como Nueva York, Boston, Los Angeles o Washington se han apuntado a la iniciativa de hacerlo oficial y darle un empujón a los comercios más modestos en tamaño. Confían en que además del consumo, que parece que va en claro aumento, se recupere la contratación en esas empresas, que generan dos tercios de toda la economía del país.
Para lograr que la iniciativa triunfe, American Express le está ofreciendo a cada negocio de pequeña envergadura 100 dólares para que se sume a la iniciativa a través de Facebook, el portal de internet, y un crédito por 25 dólares a los primeros 100,000 clientes que se apunten al programa por internet y siempre y cuando compren algo ese sábado en un pequeño negocio. Para unirse a la causa, visite https://www.facebook.com/SmallBusinessSaturday y siga las instrucciones para lograr los incentivos de American Express.
Algunos negocios como el de Valerie Lucas en Washington confían en que este año sea mejor en ventas después de que el año pasado muchas de las oficinas de alrededor estuvieran cerradas y eso significara una bajada considerable en sus ingresos. Con la iniciativa de American Express, confía en recuperar el vuelo gracias a descuentos de hasta un 20 por ciento, según le explica al diario The Washington Post.
El problema es que la mayoría de los consumidores obvian a los comerciantes locales. Según una encuesta, el 65 por ciento de los estadounidense saldrá de compras el fin de semana después de Thanksgiving con el objetivo de llegar a un centro comercial, dejando por fuera los pequeños negocios.
Pese a que parece una lucha de David contra Goliat, merece la pena seguir luchando para que los modestos salgan adelante en esta difícil economía.
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