Los hábitos pueden ser una trampa para las personas que ocupan puestos de liderazgo. Como líderes, deben proporcionar una visión convincente que inspire a los que les rodean. En cambio, muchos de ellos se dejan llevar por el pensamiento automático y las reglas establecidas. Eso puede afectar las decisiones que toman y las acciones de las personas que dependen de ellos.
«Con demasiada frecuencia, no llegamos a soluciones imaginativas porque nos dejamos dominar por la rutina y por las ideas preconcebidas», dice Rob-Jan de Jong, un especialista del comportamiento humano (www.robjandejong.com). «Creemos que sabemos de antemano lo que va y no va a funcionar, eso provoca que desechemos rápidamente nuevas ideas que suenan demasiado ‘fuera de lugar’.
Hacer una resolución de Año Nuevo para tener una mente más abierta en el 2016 probablemente no será suficiente para cambiar las cosas. Pero De Jong dice que hay conductas y prácticas que, a través de la repetición y perseverancia, pueden ayudar a los líderes y cualquier otra persona a desarrollar una mentalidad que esté abierta a escuchar y considerar las nuevas ideas. Esta es la base principal para aprender cómo ser un líder que inspire a los demás.
1. Haga preguntas que inviten a pensar. Generar ideas comienza con hacer las preguntas correctas, y las mejores preguntas siempre invitan a la reflexión y la creatividad. Practique para atrapar preguntas mal diseñadas, hechas por usted u otra persona, y reconstrúyalas. Las preguntas que comienzan con «por qué», «qué» y «cómo» son las mejores, ya que requieren respuestas más reflexivas que aquellos que comienzan con «quién», «cuándo», «dónde» y «cuál». Sobre todo evite las preguntas que pueden ser respondidas con un «sí» o «no».
2. Vaya más allá de su círculo de influencia. «Estamos muy influidos, para bien o para mal, por el pequeño grupo de personas con las que tenemos contacto directo», dice De Jong. «Si tenemos la tendencia a pasar el rato con la gente que es bastante similar a nosotros mismos, lo más probable es que estamos limitando nuestras perspectivas». El especialista recomienda hacer un esfuerzo para encontrar personas con diferente modo de pensar. «Asista a una conferencia sobre un tema diferente al de su profesión, salga y platique con un grupo que le gusta patinar o hacer otra actividad distinta, o únase a un club de personas amantes de las artes.
3. Divida sus patrones de conducta. “Usted puede aumentar sus posibilidades de ver las cosas de manera diferente si rompe su esquema normal de cómo trabaja, se comunica, piensa, actúa y responde”, dice De Jong. Tome una ruta diferente al trabajo. Cambie el lugar en el que se sienta en las reuniones. Si normalmente usted es el primero en ser voluntario, espero y deje que otros lo hagan.
4. Aprenda a escuchar. «A todos nos han enseñado la importancia de ser buenos oyentes», dice De Jong. «El problema es que a la mayoría de nosotros nos cuesta trabajo hacerlo». A menudo, cuando la gente está «escuchando», lo que en realidad están esperando es la primera oportunidad de compartir su historia, su opinión o su experiencia. El experto sugiere entrenarse a sí mismo, participando como oyente en tres conversaciones distintas a la semana. Estas deben durar de 15 a 20 minutos y pueden ser formales o informales. Hágase el propósito de no tratar de hacerse cargo de la conversación, no importa lo mucho que lo desee. Después de la conversación, reflexione sobre lo que ha aprendido. No descarte cualquier idea o puntos de vista que no se alinean con la suya. «Atrévase a desafiar sus propias suposiciones y replantear sus creencias si es necesario», apuntó De Jong. Algunas de estas prácticas pueden llevar a la gente fuera de sus zonas de confort. Pero si usted comienza a poner estos consejos en práctica, será capaz de convertirse en un líder más consciente y más visionario, paso a paso.
Con información de News and Experts
