La aprobación para tener un estadio en la ciudad angelina sería con la condición de que el equipo de la NFL que se mudara a este lugar, tendría que quedarse entre veinte y treinta años para recuperar la inversión
Desde la salida de los Raiders –que regresaron a Oakland en 1995–, Los Angeles es una de las grandes ciudades norteamericanas sin una franquicia de la NFL. Pero esto podría cambiar en un futuro cercano si los oficiales de la ciudad Angelina y la promotora inmobiliaria, una subsidiaria de la ponderosa empresa Anschutz Entertaiment Group (AEG), llegan a un acuerdo para echar a andar el proyecto.
La propuesta contempla la construcción de un estadio nuevo, adyacente al Centro de Convenciones, que tendría un costo de mil millones de dólares, de los cuales la ciudad aportaría alrededor de 350 millones.
Los oficiales de la ciudad darían luz verde al proyecto, pero no sin antes asegurarse de que el equipo que se instale en la ciudad se quede hasta recuperar la inversión, lo que podría significar un contrato de estadía de entre 20 y 30 años.
Marc Ganis, un consultor de Chicago que ha trabajado en varios proyectos de estadios de la NFL, dijo a “Los Angeles Times” que asegurar un compromiso de esta magnitud sería posible, aunque difícil, debido a las malas experiencia con los Raiders y los Rams, dos equipos anteriores que se mudaron a Oakland y San Luis, respectivamente.
El experto también mencionó la falta de subsidio público para el estadio y de que el equipo que llegue no sería dueño del inmueble.
Hay otro detalle, hasta el momento ni AEG ni ninguna otra compañía inmobiliaria tiene asegurado a ningún equipo nuevo o existente para que se mude a Los Angeles. Este sería otro punto a analizar por los encargados del proyecto.
Por otro lado, se habla de los beneficios que acarrearía la construcción del nuevo estadio. Varios representantes de trabajadores sindicalizados apoyan con fuerza el proyecto, ya que se estima la creación de hasta 12,000 puestos de trabajo en el área de la construcción y otras 10,000 plazas permanentes adicionales, que serían creadas una vez terminado el estadio.
La idea en general es modernizar el área para hacerla más competitiva respecto a otros puntos similares, como por ejemplo San Diego, Anaheim y San Francisco, que tienen complejos futuristas y funcionales.