Evitar comprar regalos de último minuto y no pedir un adelanto sobre tu tarjeta de crédito son algunas de las estrategias que ofrece Julie Stav para no gastar de más
Las fiestas navideñas son una ocasión única y conmovedora, pero acarrean el peligro de desestabilizar nuestras finanzas de manera que empezamos el año cargados de deudas. Para evitar eso en estas fiestas, sigue estos consejos:
1. No cometas estos errores:
• Comprar regalos de último minuto
• Aumentar excesivamente tu lista de regalos
• Gastar más de lo que querías para hacer de tus eventos algo especial o compensar por no haber pasado suficiente tiempo con tus seres queridos.
• Subestimar los “costos escondidos” (como los envíos de las compras por internet)
2. Crea una lista de regalos y una lista de gastos generales de las fiestas. Piensa: ¿con quién realmente necesitas o quieres intercambiar regalos? Sé realista acerca de a cuánto podrías gastar. Quizás otros familiares, amigos o compañeros de trabajo se sentirían aliviados de no tener que intercambiar regalos este diciembre.
3. También planea con anticipación para determinar CÓMO vas a pagar los gastos de las fiestas cuando llegue el momento. ¿Sería mejor usar una tarjeta de débito en lugar de acumular deudas en una de crédito?¿Y que tal si te limitas a una sola tarjeta de crédito para tus compras? Escoge una tarjeta con una baja tasa de interés y búscale otros beneficios agregados como descuentos, dinero para la educación de tus hijos o reembolsos.
4. Si no quieres que te añadan a nuevas listas de correo e e-mail, paga con dinero en efectivo… pero recuerda que el dinero en tu bolsa siempre representa un riesgo mayor de robo. Pero no pagues en efectivo si tu compra no ha sido completada—por ejemplo, si el vendedor todavía te la tiene que enviar por correo. Los cheques son buenos si no te quieres exponer a que te roben la tarjeta de crédito, o temes no poder pagar la cuenta de la tarjeta cuando te llegue a fin de mes.
5. Nunca uses el adelanto de dinero (cash advance) de una tarjeta de crédito. No es tan grave como el anterior, pero trata de no servirte tampoco de las tarjetas de crédito de la tiendas (¿para qué, si la mayoría de los comercios aceptan tarjetas normales?).
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