Aunque sean una carga financiera, los gastos de mantener a los mayores se pueden desgravar dependiendo de la cantidad que se emplee para ello
Alabados sean los millones de estadounidenses de la “generación sándwich”. Estas almas incansables dedican su tiempo y dinero al sustento no solo de sus hijos —y, a veces, sus nietos— sino también de sus padres. No es de sorprender que muchas de las personas en esta situación tengan problemas para pagar sus cuentas y ahorrar para su jubilación.
Si usted es el sustento principal de uno o ambos padres, o los ayuda económicamente, estas ideas pueden ayudarlo a mantener sus finanzas sobre ruedas:
Usted podrá incluir a sus padres como dependientes a los efectos fiscales si:
—Les provee más de la mitad de su sustento económico. Si viven en su casa, puede incluir en ese cálculo el valor del alquiler que se cobra habitualmente en el mercado por su alojamiento, incluyendo los servicios.
—Los ingresos brutos de sus padres (sin contar los pagos de la Seguridad Social y otros ingresos exentos de impuestos) es menor a U$S3.700 por año.
—Sus padres no presentaron una declaración impositiva conjunta – salvo para reclamar una devolución.
—Las reglas son complicadas, por lo que le recomiendo consultar con un profesional en materia impositiva o leer la Publicación del IRS 503 en www.irs.gov para ver si puede acceder a estos beneficios.
Aun cuando no pueda incluir a sus padres como dependientes por el límite de los ingresos brutos, si usted desglosa las deducciones, podría llegar a descontar los gastos médicos de sus padres que usted haya pagado, siempre y cuando usted les provea la mitad de su sustento económico. El descuento se aplica solo a los gastos médicos que excedan el 7,5 por ciento de sus ingresos brutos ajustados, por lo que pagar sus gastos podría ayudarlo a superar ese límite. Para ver una lista completa de los gastos aprobados, consulte la Publicación 502 del IRS en www.irs.gov.
Otra forma de disminuir sus impuestos es participando en cuentas de gastos flexibles (FSA) provistas por su empleador, donde usted paga por ciertos gastos de salud y de sus dependientes (incluyendo los de sus padres dependientes) antes de la deducción de los impuestos federales, estaduales y de Seguridad Social. Esto reduce sus ingresos imponibles y, por ende, sus impuestos. Para más información sobre las cuentas FSA, visite Habilidades Financieras Prácticas para la Vida, un programa de gestión financiera personal gratuito ofrecido por Visa Inc. (www.practicalmoneyskills.com/benefits).
Hay una amplia variedad de programas de asistencia federales, estaduales y privados para ayudar a las personas mayores (y otras) de bajos ingresos a pagar sus cuentas, que incluyen:
—Cobertura médica a través de Medicaid y Medicare. Puede ver una buena descripción de estos programas en “Obtenga Ayuda Financiera” (www.medicare.gov.)
—La mayoría de las empresas farmacéuticas ofrecen programas de asistencia para pacientes que brindan a las personas sin cobertura médica y de bajos ingresos acceso a medicamentos recetados que no podrían comprar de otra forma. Consulte los detalles con su médico o farmacéutico.
—El Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos ofrece subsidios para ayudar a pagar las cuentas de los servicios. Para ver si sus padres pueden acceder a este beneficio, visite el sitio web: www.acf.hhs.gov/programs/ocs/liheap.
—El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria ayuda a los estadounidenses de bajos ingresos a comprar alimentos nutricionales. Visite el sitio web www.fns.usda.gov/snap para ver los requisitos.
—Hay varios programas del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbanístico y otros organismos estaduales y locales que ofrecen asistencia a las personas de bajos ingresos para pagar sus alquileres. Para más detalles, visite la página “Encontrar Asistencia para Alquileres” del sitio web www.hud.gov.
—La AARP (Asociación Estadounidense para Jubilados) tiene una excelente guía para encontrar programas de beneficios públicos en su área en el sitio web www.aarpkb.benefitscheckup.org. También tiene un sólido Centro de Recursos para Cuidados en www.aarp.org/caregiving.
Y, por último, si sus padres viven lejos, considere contratar a un administrador de atención geriátrica local para que lo ayude a desarrollar un plan de acción. No es barato, pero le dará tranquilidad. Un buen recurso es la Asociación Nacional de Profesionales de la Atención Geriátrica (www.caremanager.org).