Firmar un documento legal puede ser clave para evitar conflictos en el futuro de la sociedad
Cuando una empresa está dando sus primeros pasos, el idealismo por sacarlo adelante se impone a la lógica y a la seguridad, algo que en muchas ocasiones acaba por salirle muy caro a ambas partes. Un socio puede resultar una buena opción para poner en marcha o expandir una compañía, pero es importante firmar un contrato previo para evitar problemas a lo largo del camino.
Aunque suene a cuestión violenta o desagradable y se tenga una confianza ciega en el socio elegido, firmar un documento legal especificando los términos de cada uno en cuestiones de propiedad, funciones y responsabilidad es, a juicio de los expertos, un paso inteligente.
De hecho, estadísticamente las sociedades que recurren a un abogado tienen muchas más opciones de lograr sus metas financieras que las que no. Los casos de enfrentamientos entre amigos que terminaron como socios y enemistados cuando la situación se torció, son multitud.
Con un documento legal, dos personas pueden separarse, mudarse o incluso sufrir un accidente fatal sin que haya consecuencias para la empresa ni su funcionamiento. Hablar de posibles escenarios, por dolorosos e imposibles que puedan parecer, le ahorrarán tiempo, dinero y disgustos.