Procedente de El Salvador, el doctor Lazo montó un hospital en Tijuana hace 22 años que recibe visitas diarias de hispanos desde California
El doctor Manuel Rafael Lazo emigró desde El Salvador hace 43 años en dirección a México, Buenos Aires, Madrid y Londres para estudiar medicina, aunque de todos los lugares en el mundo, eligió Chula Vista para ejercer la profesión. Por eso, siempre tiene un ojo al otro lado de la frontera con una razón de peso, controlar el hospital que puso en pie hace 22 años. Doctor y empresario de lo suyo.
Se llama Hospital México, un centro que forma parte de la tendencia del turismo médico que ha hecho de Tijuana un destino fijo para muchos extranjeros que quieren someterse a una cirugía, del tipo que sea, por casi tres veces menos que lo que les costaría en Estados Unidos.
Y aunque muchos rechazan cruzar a Tijuana por la estética de la ciudad y los problemas de inseguridad, muchos vuelven y recomiendan ponerse en manos de doctores mexicanos. El bueno, bonito y barato aplica en centros como el Hospital México.
La idea del Doctor Lazo surgió después de acumular una larga cartera de clientes y de tener que referirlos a otros especialistas. Decidió que era mejor hacerlo bajo su control y no perder el negocio. Así que montó su propia clínica.
No habla de cantidades ni de la inversión que supone, pero parece decidido a seguir adelante con otro nuevo edificio, justo enfrente de donde tiene el primero. «Quiero poner seis pisos y empezar a trabajar en los primeros, según lo vaya construyendo», asegura orgulloso mientras maneja su camioneta por los alrededores de Chula Vista.
Tampoco quiere que se vea como una franquicia ni como un negocio estrictamente hablando, sabiendo que la sanidad es un asunto delicado y personal. «Todo depende de cómo lo veas. Por ejemplo. Si tienes un dolor de cabeza y te metes en un hospital de Estados Unidos a ponerte una inyección, te cobran 3,000 dólares, mientras que si lo haces en Tijuana, te cuesta muchísimo menos. Es un servicio como otro cualquiera», asegura.
Aunque la suya es una clínica privada, algunos seguros de Estados Unidos cubren las operaciones que se realizan. Las más comunes son de vesícula o piedras en el riñón. «Pero hacemos de todo, con todo tipo de especialistas como ginecólogos, dentistas, neurocirujanos, psiquiatras o cualquier otra intervención. Lo único que no realizamos son cirugías a corazón abierto», explica.
Lazo lo presenta como un remedio seguro y mucho más barato, una solución perfecta para los que no tienen seguro médico o suficiente capital para permitirse una operación complicada. Muchos hispanos han descubierto esta solución y cruzan a diario desde muchas partes de California, desde San Diego hasta Fresno.
«Es medicina moderna y segura a precios más razonables que los de Estados Unidos. Y de paso, se pueden tomar unos auténticos tacos mexicanos«, cuenta el Doctor Lazo con una sonrisa. ¿Y por qué no?