La confianza de los consumidores de Estados Unidos en la evolución de la economía y del empleo subió en mayo por tercer mes consecutivo y se sitúa en niveles que no se veían desde hace dos años, difundió hoy The Conference Board.
Los pequeños hurtos, conocidos como «robo hormiga», dejan pérdidas de hasta 100 millones de dólares anuales a las cadenas comerciales de México y merman entre un 30 y 35 por ciento las utilidades netas de los grandes corporativos, informó esta semana el Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial. El presidente de ese grupo, Alejandro Desfassiaux, aseguró en un comunicado que el «robo hormiga» disminuye hasta en un 10% los inventarios de las compañías y, en la mayoría de los casos, es un delito cometido por los mismos trabajadores, visitantes o proveedores, «lo que dificulta la detección oportuna». Según esta firma, entre los sectores más vulnerables al «robo hormiga» se encuentran los establecimientos comerciales, los fabricantes de comestibles, de pequeños insumos y las empresas que manejan mucha información de clientes, como bancos, servicios financieros y telefonía. »En 80% de los casos se realiza por los propios empleados, que pueden incurrir en (otros) delitos diversos como robo de secretos o propiedad intelectual, chantaje, coerción, soborno, amenazas, vigilancia electrónica», señaló Desfassiaux.
Lexus también se ve afectado por los problemas de Toyota
Toyota anunció esta que suspende las ventas del Lexus de la serie LS en Estados Unidos, a la espera de recibir nuevos componentes y tras llamar a revisión unos 11,500 vehículos en Japón, China, EEUU y varios países europeos.
La compañía anunció la semana pasada su decisión de retirar los automóviles del mercado tras detectar un defecto en el sistema de control de la dirección.
Los 3,800 vehículos llamados a revisión en Estados Unidos fueron fabricados entre finales del año pasado y mayo de este mismo año.
Esta es la tercera vez en este año que Toyota se ha visto forzada a cancelar las ventas de distintos modelos en EEUU por defectos de seguridad. El sistema en el que se ha detectado el defecto se conoce como VGRS y permite ajustar la respuesta del vehículo al movimiento del volante en función de la velocidad; a gran velocidad, este sistema asegura que el automóvil no cambie de dirección con cada pequeño movimiento del volante.