Con la salida a bolsa de la red social, unos 1.100 empleados de la empresa pasarán a tener varios millones de dólares en acciones. Mark Zuckerberg tendrá una fortuna superior a los 28,000 millones de dólares
Constituyen un pequeño batallón los que en los últimos años aceptaron entrar a trabajar en Facebook por poco o ningún sueldo a cambio de ser futuros accionistas de la empresa. Hoy, esa apuesta está a punto de convertirse en millones de dólares con la salida de la empresa a bolsa en los próximos meses.
En total, se calcula que habrá 1.100 nuevos millonarios, con títulos valorados entre los cuatro millones de dólares y los 28.000 del fundador y cabeza visible, Mark Zuckerberg, que en total controla el 28 por ciento de la compañía con sede en Palo Alto, California.
De esta forma, los llamados «niños malos» de internet, que en 2001 provocaron una peligrosa burbuja bursátil que estalló ante el estupor de miles de inversores, serán ahora multimillonarios. Gente como Sean Parker, el primer presidente de Facebook y fundador de Napster, que se llevará una parte importante del pastel. O Dustin Moskowitz, el presidente de Asana, que pasará a tener una fortuna de 7.000 millones de dólares.
Y entre los grandes nombres, también habrá una mujer, Sheryl Sandberg, la jefa financiera de la corporación y dueña de 1,8 millones de acciones que podrían estar valoradas en más de 2.000 millones de dólares, pasando a ser una de las mujeres más ricas del país.
Pero no será un reparto tan democrático como podría parecer. La mitad de la compañía es propiedad de cinco grandes nombres, un fiel reflejo de la economía estadounidense y el célebre 1 por ciento contra el que llevan meses arremetiendo los antisistema.
Ahora, los empleados deberán esperar seis meses para poder vender sus acciones, sometidos a la fluctuación constante de los mercados bursátiles. Es el último tramo de riesgo antes de celebrar su inmensa fortuna.