Con un 10 por ciento de desempleo a nivel nacional, la cosa no está para andar quejándose del trabajo ni de los jefes, pero pese a todo, una encuesta revela que a muchos no les importaría cambiar
Sólo un 45 por ciento de los estadounidenses están satisfechos con su empleo frente al 61,1% en 1987, según un nuevo estudio, que alerta de que el creciente descontento puede reducir la innovación y dañar la competitividad y productividad.
El informe, elaborado por el grupo The Conference Board, advierte de que la tendencia podría hacer que los trabajadores de más edad se muestren menos proclives a transmitir sus conocimientos a los empleados más jóvenes. «Es importante solucionar esto porque puede afectar de forma directa la calidad de la transferencia del conocimiento multi-generacional, que es cada vez más crítico para que el lugar de trabajo funcione de forma efectiva», afirmó en un comunicado Linda Barrington, coautora del estudio.
Lynn Franco, otra de las responsables del análisis, señala que durante las dos últimas décadas la satisfacción laboral ha decrecido de forma sistemática durante los periodos de auge como en los momentos de crisis económica como la actual. «La tendencia podría hacer que el compromiso de los trabajadores sea menor y en última instancia su productividad», señaló Franco en un comunicado.