La compañía de autos eléctricos consiguió tener una amplia presencia en el mercado durante el año pasado
Tesla sigue siendo sinónimo de lujo y de estatus social para muchos. Su principal problema era su lentitud a la hora de entregar vehículos y eso parece estar cambiando. El fabricante con sede en el norte de California anunció que su producción se incrementó en un 64% con respecto a 2015, lo que puede facilitar que los precios de sus modelos y sus baterías se vuelvan más económicos.
En total fueron 83.922 los vehículos entregados en 2016, a pesar de que reconoció «problemas de producción» en el último trimestre del año debido a la incorporación del nuevo hardware Autopilot. En el último trimestre del año, Tesla produjo 24.882 vehículos de los que entregó a sus clientes unos 22.200 (12.700 Model S y 9.500 Model X).
En el conjunto del año, las entregas de vehículos sumaron 76.230 en todo el mundo. La empresa calificó de «particularmente fuerte» la demanda en el último trimestre: Los pedidos netos de Model S y Model X fueron récord, un 52 % superiores a los del mismo periodo de 2015 y un 24 % mayores que las del tercer trimestre de 2016.
Tesla también explicó que desde finales de octubre a principios de diciembre experimentó problemas de «corto plazo» por la transición al hardware Autopilot, que permitirá a los vehículos circular de forma autónoma.
“Al final fuimos capaces de recuperarnos y alcanzar nuestros objetivos de producción pero el retraso en la producción resultó en problemas que impactaron las entregas trimestrales», especialmente en Europa y Asia, explicó la empresa en un comunicado.