Nos va a tomar tiempo adaptarnos y recuperarnos del enorme impacto provocado por la pandemia del COVID-19, y muchos consumidores están tratando de buscar la manera de enfrentar los retos relacionados con su salud financiera
Muchas personas están sintiendo la presión financiera de no poder trabajar ni operar sus negocios como lo harían normalmente, y otras han tenido que reconsiderar sus planes y objetivos personales para lo que resta del año.
Sin embargo, hay medidas preventivas que puedes tomar para mantenerte enfocado en tu salud financiera a largo plazo. A continuación algunas sugerencias que puedes considerar de ahora en adelante:
Toma ventaja de la tecnología
Es importante que los consumidores conozcan los recursos de banca digital disponibles, y ahora más que nunca, debido a las medidas de distanciamiento social impuestas en todo el país, debes conocer cómo usar el sitio web o la aplicación móvil de tu banco para administrar tus finanzas desde casa.
Verifica la fecha límite de pagos de cuentas
Reúne tus facturas pendientes y haz una lista de cuándo vence el plazo para pagarlas. Luego, puedes visitar los sitios web recomendados en las facturas de utilidades, préstamos de vehículos, hipotecas o tarjetas de crédito, para ver si las compañías están permitiendo retrasos en los pagos y /o dejando de imponer cargos por demora durante la crisis del COVID.
Revisa cuánto dinero tienes a tu disposición
Seguramente te sentirás mejor en la parte financiera, si conoces todas las fuentes de dinero en efectivo y crédito que podrías accederpara enfrentar momentos difíciles.
Ajusta y vuelve ajustar
Sigue evaluando y cambiando tu presupuesto para ajustarte a reducciones de ingresos y cambios en los gastos. Anotar todas las compras que realices puede ayudarte a conocer con exactitud en que gastas tu dinero.
Mantente al día con tu puntaje de crédito
Asegúrate de entender cuáles de tus acciones financieras pueden ejercer un impacto en tu historial de crédito, el cual puede resultar particularmente importante si estás solicitando un préstamo o una tarjeta de crédito, o refinanciando la deuda de tu préstamo hipotecario.