Washington. El consumo tuvo un comportamiento positivo pero cada vez hay menos dinero para gastar.
Esa es la conclusión del informe que presentó el Gobierno esta semana, al anunciar que el ingreso personal bajó un 1,3 por ciento en junio, la mayor caída en cuatro años y medio, y los gastos de los consumidores subieron un 0,4 por ciento, debido principalmente a los precios de la gasolina.
La disminución de los ingresos personales en Estados Unidos ese mes canceló el aumento del 1,3 por ciento que había ocurrido en mayo y que se debió, mayormente, a los pagos hechos por el Gobierno a los beneficiarios del Seguro Social, como parte del plan de estímulo económico. El gasto de los consumidores representa, en Estados Unidos, más de dos tercios de la actividad económica.
La peor recesión económica en siete meses se atenuó en el segundo trimestre de este año cuando empezó a sentirse el impacto del estímulo económico de 787.000 millones de dólares, aprobado por el Congreso y promulgado por el presidente Barack Obama en febrero. El gasto en bienes no duraderos subió un 1,7 por ciento en junio después de un aumento del 0,1 por ciento en mayo.